Más investigaciones arrojan múltiples anomalías en el proceso ejidal que sufren los colonos del Arco
Cada vez aparecen más indicios de múltiples irregularidades cometidas en el pasado por los líderes del ejido de Chuburná para apropiarse de terrenos que están en manos de particulares, pero que ahora ellos reclaman como suyos.
Como hemos informado, la actual directiva de ese ejido ha demandado a 170 vecinos de los fraccionamientos Del Arco y Vista Alegre por ocupar —en muchos casos desde hace casi 40 años— predios supuestamente ejidales.
Ambos fraccionamientos son vecinos de Los Álamos, cuyos propietarios sufrieron la misma embestida hace 30 años, en medio de un proceso jurídico oscuro y poco transparente.
Los ejidatarios dicen que Del Arco y Vista Alegre son parte del mismo polígono, que incluye a Los Álamos y que según ellos son de su propiedad, aunque en 1991, cuando estalló el problema, el ejido denunció a Los Álamos y no a los vecinos Del Arco, que ya tenían años habitando la zona.
Del Arco y Vista Alegre son el “xix” de tierra que los ejidatarios creen que es suyo, han declarado exintegrantes de esa organización a Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.
En la última entrega de este reporte, publicamos que el gobierno del Estado y la Secretaría de la Reforma Agraria mediante una polémica decisión en 1991 determinaron que los terrenos de Los Álamos eran ejidales y recomendaron expropiar los predios para venderlos de nuevo a los vecinos, o regularizarlos vía la Corett.
El ejido optó por denunciar, a fin de obtener una cantidad mayor de dinero. Así lo hizo el 5 de septiembre de 1994, por medio del entonces presidente del comisariado ejidal, Felipe Chi Cua, y otros integrantes de su directiva, ante el Tribunal Unitario Agrario 34. Pedían la restitución de esos terrenos o el pago de una indemnización.
El magistrado de ese tribunal era Sergio Iván Priego Medina, notario público, director del Registro Público de la Propiedad y procurador de Justicia en el interinato de Víctor Cervera Pacheco, quien el 3 de mayo de 1995 resolvió procedente la demanda e instruyó a la empresa que construía el fraccionamiento Los Álamos, Inmobiliaria Urbe de Mérida, de Carlos García Ponce, para que devolviera las tierras al ejido.
La resolución de Priego Medina era diametralmente contraria al juicio que tuvo como notario cuando 20 años antes, entre 1975 y 1976, escrituró todos los predios del fraccionamiento Del Arco, incluidos en el mismo polígono de Los Álamos.
Priego Medina, sobrino de Héctor Medina Vidiella, el dueño del fraccionamiento, en su carácter de notario había atestiguado la mayoría de las operaciones de compraventa de los terrenos de ese fraccionamiento y en ningún momento advirtió que eran ejidales.
“Es decir, la misma persona que certificó el carácter privado de mi predio en Los Arcos, 20 años después dijo inicialmente que era ejidal”, afirma Jesús Antonio Pacheco Gasca, uno de los vecinos más antiguos de esa colonia, que escrituró su terreno con Priego Medina. (Continuará).— HERNÁN CASARES CÁMARA
Sector Del Arco
Jesús Pacheco Gasca es uno de los vecinos que escrituró su terreno con Priego Medina.
Recurso
Ante la resolución del magistrado, la empresa constructora de Los Álamos interpuso el 24 de mayo de 1995 el recurso de revisión en el Tribunal Superior Agrario, que lo admitió bajo el número 113/95-34.
Lo que se resolvió
El 26 de septiembre de 1995, ese órgano colegiado resolvió que el recurso era procedente y la impugnación, fundada. Por ello, ordenó reponer el procedimiento de primera instancia.
“Se dejó ganar”
El 2 de abril de 1997, repuesto ya el procedimiento, el magistrado Priego Medina resolvió que era improcedente la acción promovida por los ejidatarios, pero éstos se inconformaron en el Tribunal Superior Agrario. El organismo resolvió a favor del ejido hasta 2006, luego de un largo juicio en el que algunos vecinos del fraccionamiento del Arco creen que la parte acusada se dejó ganar, por así convenir a sus intereses.
Cada vez aparecen más indicios de múltiples irregularidades cometidas en el pasado por los líderes del ejido de Chuburná para apropiarse de terrenos que están en manos de particulares, pero que ahora ellos reclaman como suyos.
Como hemos informado, la actual directiva de ese ejido ha demandado a 170 vecinos de los fraccionamientos Del Arco y Vista Alegre por ocupar —en muchos casos desde hace casi 40 años— predios supuestamente ejidales.
Ambos fraccionamientos son vecinos de Los Álamos, cuyos propietarios sufrieron la misma embestida hace 30 años, en medio de un proceso jurídico oscuro y poco transparente.
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Los Alamos |
Los ejidatarios dicen que Del Arco y Vista Alegre son parte del mismo polígono, que incluye a Los Álamos y que según ellos son de su propiedad, aunque en 1991, cuando estalló el problema, el ejido denunció a Los Álamos y no a los vecinos Del Arco, que ya tenían años habitando la zona.
Del Arco y Vista Alegre son el “xix” de tierra que los ejidatarios creen que es suyo, han declarado exintegrantes de esa organización a Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.
En la última entrega de este reporte, publicamos que el gobierno del Estado y la Secretaría de la Reforma Agraria mediante una polémica decisión en 1991 determinaron que los terrenos de Los Álamos eran ejidales y recomendaron expropiar los predios para venderlos de nuevo a los vecinos, o regularizarlos vía la Corett.
El ejido optó por denunciar, a fin de obtener una cantidad mayor de dinero. Así lo hizo el 5 de septiembre de 1994, por medio del entonces presidente del comisariado ejidal, Felipe Chi Cua, y otros integrantes de su directiva, ante el Tribunal Unitario Agrario 34. Pedían la restitución de esos terrenos o el pago de una indemnización.
El magistrado de ese tribunal era Sergio Iván Priego Medina, notario público, director del Registro Público de la Propiedad y procurador de Justicia en el interinato de Víctor Cervera Pacheco, quien el 3 de mayo de 1995 resolvió procedente la demanda e instruyó a la empresa que construía el fraccionamiento Los Álamos, Inmobiliaria Urbe de Mérida, de Carlos García Ponce, para que devolviera las tierras al ejido.
La resolución de Priego Medina era diametralmente contraria al juicio que tuvo como notario cuando 20 años antes, entre 1975 y 1976, escrituró todos los predios del fraccionamiento Del Arco, incluidos en el mismo polígono de Los Álamos.
Priego Medina, sobrino de Héctor Medina Vidiella, el dueño del fraccionamiento, en su carácter de notario había atestiguado la mayoría de las operaciones de compraventa de los terrenos de ese fraccionamiento y en ningún momento advirtió que eran ejidales.
“Es decir, la misma persona que certificó el carácter privado de mi predio en Los Arcos, 20 años después dijo inicialmente que era ejidal”, afirma Jesús Antonio Pacheco Gasca, uno de los vecinos más antiguos de esa colonia, que escrituró su terreno con Priego Medina. (Continuará).— HERNÁN CASARES CÁMARA
Sector Del Arco
Jesús Pacheco Gasca es uno de los vecinos que escrituró su terreno con Priego Medina.
Recurso
Ante la resolución del magistrado, la empresa constructora de Los Álamos interpuso el 24 de mayo de 1995 el recurso de revisión en el Tribunal Superior Agrario, que lo admitió bajo el número 113/95-34.
Lo que se resolvió
El 26 de septiembre de 1995, ese órgano colegiado resolvió que el recurso era procedente y la impugnación, fundada. Por ello, ordenó reponer el procedimiento de primera instancia.
“Se dejó ganar”
El 2 de abril de 1997, repuesto ya el procedimiento, el magistrado Priego Medina resolvió que era improcedente la acción promovida por los ejidatarios, pero éstos se inconformaron en el Tribunal Superior Agrario. El organismo resolvió a favor del ejido hasta 2006, luego de un largo juicio en el que algunos vecinos del fraccionamiento del Arco creen que la parte acusada se dejó ganar, por así convenir a sus intereses.
Pura rata!!
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